junio 18, 2015

EL Gringuito



Él, muy moreno, casi negrito, bajito de estatura y algo regordete. Ella, morena, bajita pero de bonitas facciones. Después de tres años de casados tienen a su segundo hijo, (el primero fue una muy morenita nena). Pero... este bebé parecía no ser de ellos, aunque sí lo era, pues el parto fue atendido por una comadrona ahí en su humilde vivienda.

Que tenía de "raro" el nuevo bebé? Era un hermoso pelirojo de grandes ojos de un bello color azul.

Todos quedaron sorprendidos al mirar a tan bello angelito.
"Ah, mencionó el padre, el aguelo, ese que no conocí pero dicen que era blanquito quesque por eso mi bisaguela fue apedriada por la comunida".
Mesmamente ansina como dices es, nuestro chilpayate salió a tu guelo, dijo la esposa.


Pasaron 15 años, el chico con su 1.80 de estatura, sus cabellos rojos y sus ojos azules llamaba mucho la atención de toda la gente de esa comunidad.
Una tarde el padre del chico se encontraba en la plaza tomando una "canela con chinguere", de pronto ve venir un hombre, un "gringo", alto, pelirojo y de ojos azules. El tipo se acercó y le dijo: vengo por mi hijo, hace quince años cuando Micaéla me dijo que estaba embarazada no le creí, o pensé que el hijo era tuyo. Hoy estoy seguro que es mío, ayer lo vi y así era yo cuando tenía su edad.
Se levanta el indígena y le dice: pos mira endino, mesmamente ansina como dices a lo mejor ansina es, pero becerro que está en mi corral, becerro que mío es. Ese becerro nació en mi corral y en mi corral se queda.
Y así fue, el chico siguió viviendo en "el mismo corral", solo que ahora, todos le llamaban "el gringuito". Y a ella, a ella nadie la mencionaba, nadie le hablaba, nadie la aceptaba. Y si no la lapidaron, fue porque el marido dijo: en mi corral mando yo y a mis vacas las castigo yo, pero como esta endina me dio ganado de raza fina, no será duro el castigo, solo de vaca la bajo a gallina y nunca más la mandaré a buscar mi chinguere, porque no vaiga ser la de malas quiora me traiga un becerro
de raza china.